Casa de Niños

 

Casa de Niños

Sala Cuna y Preescolar Montessori

La Sala Cuna y Jardín Infantil del Colegio Rayen Mahuida cuentan con reconocimiento de la JUNJI

La educación Montessori para niñas y niños preescolares en el Colegio Rayen Mahuida Montessori se caracteriza por su enfoque holístico y respetuoso hacia el desarrollo individual de cada niño. Desde la sala cuna hasta el nivel preescolar, este enfoque se centra en crear un ambiente de aprendizaje que nutre la curiosidad innata de los niños y fomenta su desarrollo natural a través de la exploración y el descubrimiento.

En las primeras etapas, la atención se centra en proporcionar un entorno seguro y estimulante donde los más pequeños pueden explorar libremente. Los materiales sensoriales y de vida práctica están diseñados para fomentar el desarrollo de habilidades motoras finas y gruesas, así como la coordinación y la autonomía. Los educadores actúan como guías cariñosos, observando y respondiendo a las necesidades individuales de cada niño, apoyando su crecimiento y desarrollo en un ambiente lleno de amor y respeto.

A medida que los niños crecen, se les introduce en un mundo de aprendizaje más estructurado, aunque todavía profundamente enraizado en el principio de aprender a su propio ritmo. Los materiales Montessori se vuelven más complejos, ofreciendo experiencias de aprendizaje táctiles y visuales que ayudan a los niños a entender conceptos abstractos de manera concreta. El aprendizaje práctico es un componente clave, permitiendo a los niños manipular objetos y resolver problemas de forma independiente.

La comunicación y el lenguaje son aspectos cruciales en esta etapa. Los educadores se comunican con los niños de manera clara y respetuosa, fomentando un ambiente rico en lenguaje a través de cuentos, canciones y conversaciones. Este enfoque ayuda a desarrollar habilidades de comunicación efectivas y un amor por el lenguaje y la expresión.

El desarrollo social y emocional también es fundamental. Se alienta a los niños a interactuar con sus compañeros y participar en actividades grupales, lo que fomenta habilidades sociales como la empatía, la colaboración y el respeto por los demás. Los educadores guían a los niños a través de sus interacciones, ayudándoles a comprender y gestionar sus emociones de manera saludable.